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lunes, 24 de septiembre de 2012

Colombia tendrá su primer mercado de bonos de carbono

Así como Colombia y otros paises de América Latina y el Caribe, Venezuela ingresará  en esos mercados con productos como el biodiesel basado en el piñón (jatropha curcas l) y en el reciclaje de aceites vegetales usados, ambos promovidos por CIDAE. 



Palma
El mercado voluntario permitirá que se creen nuevas áreas de conservación
Eric Rodgers
Pablo Correa

16 septiembre 2011 | ES
[BOGOTÁ] La creación del primer mercado de bonos de carbono en Colombia permitirá establecer 58.000 nuevas hectáreas dedicadas a la conservación y captura de CO2.

El proyecto, que ya cuenta con un fondo de US$10,5 millones, será financiado parcialmente con una donación de US$2,7 millones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, según anunció el Banco Interamericano de Desarrollo (5 de septiembre). El resto corresponde a contrapartidas locales.
Las organizaciones ejecutoras serán la Fundación Natura, la Bolsa Mercantil de Colombia y la Cámara de Comercio de Bogotá.

Si el cronograma de trabajo se cumple, en tres años será emitido el primer bono de carbono, técnicamente conocido como Certificado de Reducción Verificada de Emisiones (VER, por sus siglas en inglés).

En un plazo de cuatro años se espera negociar un total de 371.200 certificados —que equivalen a 464.000 toneladas de CO2— provenientes de proyectos forestales en bosques naturales o plantados en áreas degradadas (no comerciales). También habrá lugar para iniciativas silvopastoriles.

El carbono que será capturado equivale al que emiten al año 81.000 automotores. En los próximos 10 años las toneladas podrían llegar a ser seis millones. Una cifra nada despreciable en un país que al año lanza a la atmósfera 180 millones de toneladas, que representan el 0,2 por ciento de las emisiones globales de CO2.

Roberto León Gómez, subdirector de desarrollo local de la Fundación Natura y coordinador de la iniciativa, dijo a SciDev.Net que la importancia que han cobrado los mercados voluntarios en el mundo y la nula participación de empresas colombianas en ellos los llevó a formular el proyecto.

Aunque cualquier empresa podrá participar, se quiere dar prioridad a las compañías locales.

“Queremos apoyar iniciativas que beneficien a personas y comunidades que difícilmente logran participar en este tipo de mercados y que las empresas se comprometan con estrategias ambientales más completas”, dijo.

Léon Gómez explica que se trata de un “mercado gourmet”, porque además del comercio de bonos de carbono, los proyectos promueven otro tipo de beneficios sociales para las comunidades. Por ejemplo, proyectos que involucren a minorías étnicas o a comunidades afectadas por la violencia.

Sebastián de los Ríos, asesor de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Medio Ambiente, cree que se trata de una iniciativa con un enorme potencial. Sin embargo, señaló a SciDev.Net un obstáculo a vencer: “Dadas las condiciones de aislamiento y los problemas de orden público de muchas comunidades, puede ser difícil monitorear y verificar en campo los procesos de captación de carbono”.

sábado, 21 de julio de 2012

Pais petrolero invierte fuerte en energias renovables

Arabia Saudí invertirá 100.000 millones de dólares en energías renovables

Curiosamente, se prevé que la cantidad de electricidad generada con el viento (con un recurso moderado) sea similar a la que se genere con fotovoltaica, con una potencia un 75% superior.

Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias, 18/05/2012, 11:17 h

El reino Alauí, principal exportador de petróleo mundial y con las mayores reservas del planeta, ha hecho público un ambicioso programa de desarrollo de tecnologías renovables: en los próximos 20 años se van a invertir alrededor de 100.000 millones de dólares (78.000 M €) en instalar 54.000 MW. El objetivo es que en 2032 haya instalados 9.000 MW eólicos, 25.000 MW solares termoeléctricos, y 16.000 MW fotovoltaicos.

Curiosamente, se prevé que la cantidad de electricidad generada con el viento (con un recurso moderado) sea similar a la que se genere con fotovoltaica, con una potencia un 75% superior.

Según el Ministro del Petróleo saudí, Al- Naimi, el programa tiene el objetivo de “catapultar Arabia Saudí al grupo de los líderes mundiales en desarrollo de energías renovables” y cubrir un tercio de la demanda eléctrica del país con estas energías. “Sabemos que bombear petróleo del suelo no crea muchos empleos. No genera espíritu emprendedor, y tampoco afila conocimientos imprescindibles”, añadió.

Es decir que, para los saudíes, son las energías renovables las que generan espíritu emprendedor. España es un ejemplo: más de 200 empresas de todos los tamaños están en el sector eólico gracias a la apuesta por esta tecnología.

Para hacer realidad estos objetivos en Arabia Saudí, primero se organizarán dos rondas de subastas de potencia de cuatro tecnologías (incluida la geotérmica): la primera en 2013 con 650 MW para la eólica y otra en 2014 con 1.050 MW. A partir de 2015, se establecerá un sistema de primas que tomará como modelo el sistema alemán.

Que un país con tantos recursos fósiles haya dado un paso adelante hacia la sostenibilidad, admitiendo que el cambio climático es un problema para la humanidad, es una buena noticia. Esta decisión tiene mucho que ver con la ventaja económica que supone sustituir el petróleo utilizado para generación eléctrica por renovables, ya que estas son más baratas. Así el país mantiene las exportaciones de un recurso cada vez más demandado y escaso (los pozos de Noruega, Reino Unido y México están menguando su producción a un ritmo anual superior al 4%).

Para el caso de España, supone una oportunidad y un mensaje claro: las renovables son el futuro o no habrá futuro. Lo dicen el FMI, la AIE y la Comisión Europea: la dependencia energética es un peligro para las economías desarrolladas, y en España somos líderes mundiales, con un 80% de dependencia.

Más información en este enlace.

Negocios Inclusivos va mas allá de la pura filantropía y de la Responsabilidad Social Empresarial.

Hacer "negocios como siempre lo hemos hecho" está superado en paises en desarrollo. Para combinar objetivos de desarrollo con operaciones cruciales de la empresa, es urgente adoptar nuevos modelos de producción, de reparto y de cohesión social.

Business as usual is not an option in developing countries

Inclusive business models aim to go beyond philanthropy and corporate social responsibility to find synergies between development goals and a company's core business operations.
inclusive business solutions
Leading companies should promote inclusive business solutions as a means of securing a sustainable future for developing countries.
The world is experiencing a historic shift of economic and political power from the traditional industrialised countries to the so-called developing countries, already home to 80% of the world's population and with a combined GDP that surpasses that of the rich countries. By 2050, more than 3 billion additional people will be living in what is now described as the developing world.

While substantial progress has been made in recent decades, poverty and inequity remain critical challenges for sustainable development and global stability. Poverty has many dimensions: about a third of the world's population lives on less than $2 a day and many suffer from malnutrition, have no access to health services, sanitation, electricity, safe drinking water, shelter or transportation.

If the usual development path is followed, meeting the basic needs of a growing and increasingly urbanised population will exponentially increase the demand for energy and natural resources, thereby further exacerbating the pressure on the world's ecosystems. This means that business as usual is not an option.

WBCSD believes that tomorrow's leading companies will be those that anticipate these trends and align profitable business ventures with the needs of society. As an important part of its efforts to promote business solutions for a sustainable future of developing countries, the WBCSD coined the concept of "inclusive business" solutions. It builds on the work of the late CK Prahalad and Stuart Hart on Base of the Pyramid business models, to identify commercially viable business solutions with high socio-economic impact.

On the one side, inclusive business models aim to provide innovative solutions to supply affordable products and services to meet basic needs of the poor for water, food, water, sanitation, housing and health care. On the other side, they are also about creating income and employment opportunities for low-income communities – either directly or through companies' value chains as suppliers, distributors, retailers and service providers.

In essence, inclusive business models aim to go beyond philanthropy and corporate social responsibility to find synergies between development goals and a company's core business operations. The profit motivation is fundamental to ensure that business involvement in enabling sustainable livelihoods is both scalable and replicable.

Inclusive business projects can be implemented by companies across all sectors and in all countries. Fast moving consumer goods companies were at the forefront in adapting their products to the pockets of low-income consumers and in engaging independent entrepreneurs to distribute and sell products in remote areas. But many other sectors have followed.

To name just a few examples: life sciences and pulp and paper companies are sourcing raw materials from small farmers; mobile phone companies are facilitating banking services for the poor; cement companies are offering low-income housing solutions; energy engineering companies are enhancing the access to clean and affordable electricity, cooking and heating; banks and insurance companies are providing micro-credits and micro-insurance respectively; mining companies are investing in local enterprise development; and electric engineering companies are enhancing the access to health services to rural populations.

The WBCSD identified three essential factors for companies that wish to implement inclusive business projects. First, a company should focus on its core competencies and strengths – this is key to ensuring consistency among a company's portfolio. Also, partnering with government agencies, civil society groups and development organisations with on-the ground expertise is vital in addressing a multitude of needs in a holistic approach. Lastly, tapping into local networks is a great resource for gaining insights into regional markets of developing nations.

It should also be noted that the implementation of inclusive business projects is by no means restricted to multinational companies. On the contrary, given the market structure, entrepreneurs in developing countries have always had to adapt their business models to cater for low-income consumers.

In addition, inclusive business solutions are beginning to be applied beyond developing countries. Products that were originally simplified to be affordable for the poor in developing countries are increasingly being upgraded and repackaged as low-cost innovations for consumers in more affluent countries. Examples include portable electrocardiographs, basic mobile phones and laptops.

Inclusive business models are just one example of the multiple ways in which the private sector can contribute holistic solutions to support the sustainable development of emerging economies in an increasingly urbanised, energy and resource-constrained world – both to the benefit of these countries and to that of business.

However, the potential for increasing foreign and local companies' contribution is frequently constrained by the inherent barriers and limitations of doing business in developing countries. Effective public-private partnerships are therefore urgently required to create the appropriate frameworks and incentives to fully leverage businesses contribution. This alliance will help ensure we build what is needed for the future – a sustainable world in which 9 billion people live well and within the limits of one planet.

Marcel Engel is managing director for the Development Focus Area at the World Business Council for Sustainable Development (WBCSD)

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